lunes, 24 de marzo de 2008

LA CENA DE LOS IDIOTAS.
No he visto esa película y sin embargo tengo la sensación de haber vivido una situación semejante.Creo que en la película, se trataba de llevar cada uno al invitado más tonto ¿ no era así?
Bien, he asistido a una reunión durante dos horas en las que un "personajillo" que durante años no ha podido ocuparse de nada útil técnicamente, porque fue uno de las adquisiciones interinas de menos utilidad y que todo el mundo lo sabia, hablaba y hablaba sin parar.
Prometo que he sido siempre persona ágil mental, con facilidad para la comprensión oral y a pesar de ello no he sido capaz de comprender que decía. Lo peor es que quien le había encargado la reunión, intentaba aclarar lo indescifrable, entre otras cosas porque él no se ha enterado nunca de nada, porque suele estar poco tiempo y además carece de interés por nada, aunque ahora gracias a las influencias tenemos el gusto de contar con sus orientaciones.
Seriamente digo que si yo fuera quien dirigiera un servicio, me gustaría tener a mi lado personas de mi confianza, pero que fueran útiles y no nos llevaran al caos absoluto como esta mañana, donde cada uno que hablaba, añadía incongruencias, no porque ellos fueran incongruentes, sino porque estábamos sumidos en la confusión, al igual que las cabezas de orador y promotor.
Así que pienso que tal vez lo que ocurra es que tienen un objetivo oculto, más allá de la ambición descarada, los puestos de mucho nivel y poder y los supersueldos.
De momento, voy a seguir observando a ver si se puede destruir un servicio que comenzaba a estar encaminado, por un puñado de ineptos ambiciosos en el menor tiempo posible o si de lo que se trata es de evidenciar que el servicio es inútil y por tanto habría que privatizarlo.
No se que pensar, mi mente discurre por caminos demasiado vulgares y sin perspectivas de futuro, pero intentaré no morir en el intento de poner cara de observadora aplicada para ver que me quieren decir.

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